Bueno, hace mucho tiempo que no escribo. Cuando esto sucede, las palabras se esconden y las frases parecen siempre incompletas. Creo que con el pasar del tiempo y el aumento de responsabilidades, un poco de mi literarismo inherente se esconde en un lugar que no conozco y en días (o noches) como hoy se asoma sigilosamente, queriendo que nadie lo encuentre.
Estoy en unos días un poco extraños. Mi cabecita está a mil, con deseos encontrados e intentando "podarme". Esa no es una tarea fácil, requiere de muucha concentración, reflexión y seguridad. La idea de "podar" se me vino en un sueño en uno de esos días intensos, y aquí estoy desde hace un mes haciendo el intento. Insisto que podarse no es tarea fácil, especialmente cuando estoy acostumbrada a hacer cuatro mil cosas al mismo tiempo. Se comienza por convencerse a uno mismo que es necesario cortar unas hojitas, unas ramitas. Al principio asusta y no se sabe por dónde comenzar, pero luego que comienzas es más fácil, es solo cuestión de saber qué forma se desea, hacia donde se quiere crecer. Aún no termino, pero me gusta como está quedando.
Creo que el proceso de "podarme" me ha llevado al reencuentro con personajes familiares en mi inconsciente. Llevo casi 3 semanas soñando con mi mamá y con figuras femeninas que la han representado durante mi vida, entre ellas Vera. En uno de mis sueños alguien me dijo que lo que yo necesitaba era una "mamá" en Brasil, y sí que hace falta y se lo dije a mamá cuando hablé con ella el final de semana. Bueno, en poco tiempo estaré viajando a recoger la visa y me llenaré de imagen de mamá, aroma de mamá, caricias de mamá y regresaré a Rio cargada de mamá, literalmente, pues deseo traérmela a pasar unos meses conmigo y ver si mis sueños se calman un poco.
