Monday, April 15, 2024

Cuentan los que historias cuentan

Que una vez en un pueblo en algún lugar recóndito del olvido, estaba ella dormída en si misma, y mientras dormía viajaba hacia adentro a algún lugar donde las memorias se iban cuando ya no era posible guardarlas pues eran tantas y tan diversas que se mezclaban, se juntaban tomando otras formas y colores.  

Ella no sabía desde cuando estaba allí, ese era un lugar calmo, azul y blanco, como si fuera un cielo y ella pacíficamente, simplemente, existía sin pretensión ni motivo, sin preocuparse por el pasado ni el futuro, era apenas ese momento y ese instante, ni antes ni después.

Ella estaba em paz nesse lugar, mas por alguma razón, a veces se asomaba una voz que triste se lamentaba por no poder encontrarla.. ella no entendía pues estaba allá y no lo estaba al mismo tiempo pero era así, aérea y eterna y se sentía tan bien.

Un día reconoció su voz, era su hijo, se acordaba de él y se sintió tan feliz al reconocerlo y trajo su memoria y la colocó junto a su corazón para no perderla nunca más. Le prometió que aunque a veces pareciera que no lo reconocía cuando la llamaba, era solo acercarse y mirarle a los ojos que así, de esa forma se conectaría a su corazón y le diría cuánto ella lo amaba, ayer, hoy y siempre. Pues es así que las mamás aman a sus hijos, con todo su cuerpo, en el infinito, en cada célula y también en  silencio.

Para J. 

Sunday, March 31, 2024

Feliz Páscua

 Pausa de Azulita para agradecer.  Hoy es Páscua y después de una semana de reflexión, es momento de dejar atrás las ataduras, lo que está viejo y muerto para resucitar.

Y en esa vibe me fui a correr a la Aterro, mi lugar favorito los Domingos.  Me estoy preparando para la segunda estación del circuito de corrida, espero mejorar mi pace.

Con el sentimiento de gratitud a Dios, encuentro la belleza en los pequeños detalles.  Gratitud por los 20 años en esta ciudad tan bonita, por mis hijos, mi familia de sangre y la familia del alma.

El dió su vida por nosotros y resucitó en nuestros corazones.





Azulita Parte 5 - El corazón

En ese momento Azulita se acordó de todo lo que había sucedido.  Estaban sentadas debajo de aquel arbol con su perrito.  El sol y el viento dejaban una sensación de paz y tranquilidad.  Ella amaba mucho a su mamá, tanto que cuando estaban juntas era como si su corazón y el de ella fueran uno solo.  

Recordó todas sus memorias desde que era posible recordar.  Su cumpleaños número 4, con su papá y su mamá soplando la vela, el día que su primera competición de karate para cambio de la faja, su primera olimpiada en el colegio, el día de las madres cuando ella preparó una música muy especial y la cantaba mientras veia su mamá llorar de emoción y ella llorando junto.  El momento antes de ir a aquel parque, habían acabado de comprar un helado de chocolate con mango, su combinación favorita.

Se habían sentado para descansar en aquella esquina del parque y de repente su mamá comenzó a sentirse mal, le faltaba el aire para respirar, sudaba y se sentía a punto de desmayar.  Fue todo tan rápido... Llamaron la ambulancia y se fueron al hospital donde encontraron a su papá y su abuela.  Ese corazón que era tan grande y estaba lleno de amor, estaba enfermo también.   

Azulita vio a su mamá en la cama, estaba tan pálida, no hablaba, no abria los ojos, apenas respiraba.  Tenía mucho miedo de perderla.  Como iba a vivir sin ella?  Lloró sin parar por días y estaba sin dormir hace semanas.  Entonces, después de tanto resistir, cayó en un sueño profundo, ella esperaba que en ese sueño pudiera encontrar a su mamá y hablar con ella y entonces se quedaria en el sueño pues no necesitaria despertar nuevamente.  No sabía como seguir sin ella.

-"Azulita, escúchame", le dijo la abuela.  Encuéntrala!

- A mamá?

- Encuentra la llave para que puedas encontrar a tu mamá.  Ella está en algun lugar en el sueño.  Así podrás verla, hablar con ella y abrazarla.



Tuesday, March 26, 2024

Azulita - Parte 4 - Conversas difíciles

 Azulita asustada se movió bruscamente buscando de donde venía esa voz.  Ella dice de nuevo: "ven, siéntate, qué quieres saber?"

En ese momento sus ojos la encontraron, era ella, en su versión más moderna, más joven.  Ella peinaba sus cabellos largos y verdes frente al espejo.  Tenía en sus ojos una máscara brillante que dejaba sus pestañas más largas y coloridas.  Sus labios tenían un color medio azulado y sus dedos eran afinados y flexibles.  podía abrazar el peine con apenas un dedo y pasarlo así por su cabello.

Azulita pensó que su abuela estaba muy bonita y que ese color verde en su cabello le sentaba tan bien.  Mientras la admiraba, ella le preguntó nuevamente: "anda, dime!".

- Abuelita, donde estoy?

- En tu casa conmigo, Gustavo y Rodolfo.

- Y por qué es todo es igual y diferente al mismo tiempo?

- No te has dado cuenta? es el mundo de tus sueños.

Entonces ella entendió todo, había llegado ahí porque estaba durmiendo, ese ciertamente era el mundo de sus sueños, donde estaba su abuela, Gustavo (su papá) y Rodolfo (su cachorro). Pero y su mamá? dónde estaba ella?

- Abuela, está faltando mi mamá, donde está ella?

La Abuela la miró a los ojos fijamente y le dijo: es por eso que estás aqui.  

- No lo entiendo, quiero ver a mi mamá.

- Ay mija! que díficil es decirte esto.. ella le respondió.

Sunday, March 24, 2024

Azulita Parte 3 - Luz

Era una sensación tan extraña, pues ese lugar era su casa, pero era diferente.. y ese hombre era su papá, pero era diferente, era Gustavo.  Lo que no sabía era como lo había conocido, será por acaso en un sueño? será que ella estaba durmiendo? o será que había muerto y estaba en otro mundo? ese sería el "más allá"? 

Mientras subía las escaleras, se hacia esas preguntas en su cabeza.. era todo tan confuso.  De repente, Gustavo le extendió su mano y la llevó a la puerta de uno de los cuartos del segundo piso.  Colocó delicadamente su mano en la manija de la puerta y la hizo girar para abrila.  Le dijo sonriendo: "entra!, te están esperando, sabrás todas las respuestas a tus preguntas".  Ella lo miró y le sonrió pues confiaba en el y con un poco de miedo, se aventuró a entrar al cuarto que estaba oscuro y con un olor a cereza con flores de maracuyá.

Buscó rapidamente el interruptor que prendía la luz pues lo oscuro le incomodaba.  Cuando prendió la luz reconoció ese cuarto, era el de su abuela Luz.  Pasó sus manos por la cómoda al lado de la ventana y lentamente abrió las cortinas y pudo ver al lado de afuera, todo parecía tan normal, la luz de la mañana, los árboles del jardin, la casa del vecino, sólo estaba vacío y silencioso.

De repente, una voz le dijo: "finalmente llegaste, ven, siéntate, qué quieres saber?"