Y mientras escuchaba su voz, la voz de su mamá. Se sintió confundida, como si estubiera en el medio de un dilema, aquellas ilusiones que estudiaba en Matemática donde le preguntaban si la escalera subia o bajaba y no sabía respondere pues le parecian las dos respuestas posibles y coexistentes al mismo tiempo.
En ese lapsus en el espacio tiempo, aquel hilo invisible que teje los pasajes del tiempo conectándolos entre sí. Creo que por un tiempo uno de esos pasajes estaba desconectado. Finalmente lo encontró, era un cuarto en un hospital y la voz de su mamá era la llave. Recordó entonces que en el medio del miedo de haber perdido a su mamá se desmayó y se quedó desde entonces en ese mundo paralelo, el mundo de sus sueños, donde ella era azul y transparente, fluida. Ahora estaba todo claro, y mientras miraba a su cuerpo en esa cama, se preguntaba: como vuelvo? como me conecto nuevamente a mi cuerpo?
Se quedó por un tiempo alli parada de frente a su cuerpo y a su mamá, quien la miraba con una mirada de miedo y esperanza al mismo tiempo, miedo porque no sabia cuando despertaría y esperanza pues sabia que lo haría a cualquier momento, según decían los médicos.
Intentó algunas veces entrar en su cuerpo, a veces se acostaba despacito, se posicionaba parte por parte, haciendo coincidir el alma con el cuerpo hasta el último cabello, respiraba fondo contaba hasta tres y nada. Otras lo hacía saltando en la cama, intentando sacudirlo, y nada. Después de unas 10 tentativas decidió sentarse frente a su cama y observo a si misma con calma. Parecia como si estuviera dormida, respiraba tranquilamente, solo que no se movia. Analizó centímetro por centímetro su cuerpo, ella no estaba herida, ni cortada, tenía todas sus partes completas y en su lugar, respiró aliviada. Continuó observando y después de algunas horas de observación sintió falta de alguna cosa.
El día estaba terminando y una enfermera pasó por el cuarto recordándole a su mamá que ya era hora de terminar la visita. Ella estaba tan feliz porque su mamá estaba viva, ella era su llave. En ese momento, Azulita recordó lo que su abuela le dijo: la llave está en tu corazón, búscala.
Su mamá se levantó buscando algo en su bolso, talvez las llaves del carro o de su casa. Mientras lo hacía encontró una cajita de terciopelo y con una sonrisa en el rostro la abrió y sacó de ella algo dorado, brillante y redondo, lo seguró por un tiempo mirándolo fijamente mientras una lágrima de felicidad y tristeza al mismo tiempo caía por su rostro. Azulita se acordó, era un anillo que su abuela Luz le había dado el dia de su primera comunión, ella lo había guardado porque no le cabia más en sus dedos, pues había crecido desde entontes.
"Azulita, buscando en tu baul de recuerdos, encontré este anillo que simboliza o amor de tu abuela y el mio propio, el era pequeñito pues cuando lo usabas eras una pequeñita de 10 años, y lo alargué para ti con la esperanza de que al colocarlo te despertarías, eso me dijo tu abuela en un sueño y sé que aunque parezca absurdo, por algun motivo siento que al colocartelo será como si encontraras la llave para conectar tu alma y tu cuerpo". Y diciendo eso, colocó el anillo en su dedo anular derecho y se quedó de frente a ella observando que sucederia.
Azulita estaba saltitante de felicidad pues sentía en su corazón que funcionaría. Cerró sus ojos y sintió el olor de cereza y flores de jasmin y vió a su lado a su Abuela Luz quien la miraba sonriente, con aquella mirada que dice todo, sin necesitar palabras. Se acercó a ella y la abrazó en un abrazo profundo y largo, tan largo que se combinaba con el infinito.
Al abrir sus ojos sintió sus manos un poco cansadas y doloridas y sus piernas rigidas por el tiempo que habia pasdao sin moverse en la cama, y sintió también el grito de alegría de su mamá y los pasos ligeros de las enfermeras que llegaban a presenciar este momento tan importante, tan especial.
Su madre con lágrimas en los ojos, de esta vez apenas de felicidad, decía: Yo sabia que llave era el corazón.
UM NOVO COMEÇO
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