Esta es una frase que escuché en una canción de Marta Gómez y que se quedó en mi cabeza desde la primera vez que me deleité con su música. Durante este año la he puesto en práctica y pensé que no estaba dando resultado, pues no tenía claro dónde iba a estar y haciendo qué. Hoy, luego de dos semanas de aislamiento no voluntario del mundo, entendí finalmente a dónde me dirijo. El 2006 fue un año de cerrar círculos y abrir oportunidades y es inevitable no sentir pánico cuando se ven las estructuras caer y de ellas sólo queda polvo. Durante los meses pasados el polvo cesó y comencé a recoger los escombros. Hoy, ya concluída la tarea vi cuán libre quedó el camino por dónde andaba , veo claramente el cielo y el mar, y cómo ya empezaron a levantarse nuevas estructuras sin que percibiera... Me gusta como se ve el 2007 desde aquí, es el 2007 que quise ver, aunque no fuera consciente de ello... Fue sólo "dejarlo ir".
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