Hoy me acompaña una tristeza leve, una tristeza que se asoma algunas veces y que otras se oculta para que no se note su presencia. Es una tristeza solitaria, una tristeza que se alimenta de un par de tazas de café y escucha un tango en la voz de calamaro, mientras se muestra a través de una lágrima cristalina y muda que se desliza hasta desaparecer.
No comments:
Post a Comment