Algunos dias son de conquistas y felicidad,
otros son de lucha y melancolia,
y entonces sientes una presión en el pecho
y una tristeza que se asoma levemente,
sin intención, sin que la perciba.
Ella llega, se instala y como agua fluye
tomando pose del cuerpo y del alma,
despacito, célula a célula, pensamiento a pensamiento.
Es una tristeza suave, de aquellas azules
con olor a lavanda y jazmin,
de aquellas que uno dificilmente se libra antes de dormir.
Algunas veces paras, respiras y meditas
hasta que se calme y se vaya.
Pero hoy quiero sentirla, dejarla venir,
para ver si de una vez por todas
se cansa de mi.
Maira Vargas
Rio de Janeiro, num dia azul por fora e cinza por dentro.
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