Hoy salí a tomar un café solita en un lugar que quería conocer hace un tiempo. Cogi el libro “La Tregua” de Benedetti y me fui a un bistró en la ladeira de la gloria. Llegué pedí un café y una torta de yuca con helado de coco quemado y arequipe.
Y al llegar al lugar que estaba lleno y sentarme en la mesa, llegó la respuesta.
Salir sola en Brasil me expone, las personas perciben que soy gringa y me miran con aquella mirada de curiosidad y el comentario del sotaque bonito viene en cuestión de minutos, y las miradas de las otras mesas llenas de gente con curiosidad queriendo entender porque una mujer joven (aun), bonita (si me encuentro bonita) y bien vestida esta sola en un lugar como esos.
Y entonces me conformo con la exposición y hago lo que se hacer de mejor: tomar mi café, tomar unas fotos y escribir.
Y terminando este escrito me voy a la casa de unos amigos, aún hay mucho por hacer hoy.
Mientras termino, escucho al fondo Vinicius de Moraes cantando: “porque o samba nasceu la na Bahia e se hoje ele é branco na poesia ele é negro demais no coração “
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